aquialgarrobo

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Ni el Ruido de las Olas ni el Grito de las Gaviotas

Al igual que Marietta Coz, me ilusioné con las publicaciones de "Aquíalgarrobo" y esperaba este verano encontrarme con un Algarrobo en vías de recuperación. Sin embargo, sólo sentí frustración y rabia al comprobar que las ferias "artesanales" no habían disminuido sino que se había sumado a las ya existentes una nueva feria al lado del restaurante Medio Mundo con las mismas características de las anteriores. Aún peor, volvió la venta de zapatos en un nuevo sitio con una música estridente y con un señor con altoparlante invitando a entrar a comprar. Ni el ruido de las olas ni el grito de las gaviotas lograban compensar la sensación de estar en un mercado persa en un deteriorado lugar de Santiago. Me pregunto si a pesar del excelente esfuerzo de las publicaciones de "Aquíalgarrobo", el Alcalde y la Municipalidad tienen algún interés, voluntad o capacidad para darse cuenta que nuestro querido Algarrobo le queda poco para sólo ser recordado con nostalgia como el apacible balneario que fue con una naturaleza difícil de encontrar en cualquier parte del mundo.

Mercedes Pulido Cruz