El camino
“Las Dichas” que une las Comunas de Algarrobo y Casablanca, hoy camino F-840, lleva se nombre por
ubicarse allí el pueblito agrícola “Las Dichas” en donde en tiempos pasado hubo lavaderos de oro. Las aguas del
estero Casablanca debajo de ellas se llaman Curaumilla, nombre de origen
mapuche. Durante la dominación inca,
la zona alta del valle del estero de Casablanca fue
denominada Acuyo, traducción quechua del nombre mapudungun (idioma de los
mapuches) es “Curauma”.
Tras pasar los lavaderos de oro del estero Las Dichas se le agregó el sufijo Milla (oro en
mapudungun), quedando así en Curaumilla.
La palabra “Dicha” viene del mapudungún
“dichón” que significa “dar estocada”, nombre
de varias yerbas de la familia de las nictigináceas, que engloba alrededor de
350 especies repartidas en 38 géneros (se caracterizan por tener unas hojas de
bordes lisos opuestas a los tallos y las flores no tienen pétalos) y que
poblaban el sector.
La zona “Las Dichas” y toda
la Región del Litoral Central y valles de la Codillera de la Costa, ha sido habitada
por los hombres desde la última glaciación (aproximadamente 11 mil años antes de Cristo). Durante la
glaciación, el nivel del mar estaba casi 100 metros abajo del actual nivel y
que muchas de las ocupaciones costeras fueron tapadas por el océano después de
la subida de las aguas causada por el derretimiento de los glaciares.
Desde allí grupos de
cazadores-recolectores pertenecientes al periodo Arcaico de América se
asentaron en los valles de la región.
Del periodo posterior, llamado “agroalfarero temprano”, se han encontrado
vestigios, siendo continuada la ocupación por las culturas “Bato” y “Llolleo”. En
el siglo XV se hace presente la
vida y cultura Inca y ésta
establece en Talagante un “mitimae”
gobernado por el príncipe Tala Cante Llave. A poco de haber entrado los incas,
los siguen los españoles, a quienes los locales llaman we
ingka (nuevo inca en mapudum). Los mapuches que vivían en esta zona eran llamados
picones pikun o pico
(Norte en mapudungun) y vivían en e Pikunmapu. Los incas los llamaron
Promaucas.
Los lavaderos
de oro situados en el sector de la región habrían sido usados por los Promaucas bajo influencia inca y
reutilizado por los españoles hasta el periodo republicano. En ellos
se usó mercurio para separar el oro lo que provocó problemas de
contaminación en el estero Las Dichas y en el humedal de Tunquén desde tiempos
inmemoriales. Cuando se agotaron los sedimentos se utilizaron dragas pero
finalmente no fue rentable seguir explotando esos yacimientos.
El trazado del camino por Las Dichas no obedecía
únicamente al propósito de hacerlo pasar por los lavaderos de oro allí
existentes, sino también al de tener cómodo acceso a las termas Porvenir,
situadas un poco más abajo, en el mismo valle, pues es sabido que los incas
tenían por ellas la misma afición que los romanos.
Como podrán comprender, cada vez que recorramos
el camino Las Dichas, debemos recordar que allí hay toda una gran historia
encerrada en el tiempo.
En esa zona que, partía cruzando la laguna Los Patitos, se encontraba la Hacienda San
Jerónimo, nombre que correspondía a los primeros dueños del siglo XVI Jerónimo Hurtado de Mendoza y Jerónimo de
Reinoso, que fue cambiando de propietarios hasta los tiempos de la República a
manos de la familia del Presidente Balmaceda, quedando finalmente de propiedad
de don Toribio
Larraín Gandarillas, en el año 1923, manteniéndose en manos de sus posteriores generaciones hasta el día de
hoy.
Fue zona dedicada a la agricultura de trigo y cereales que eran
embarcados desde el antiguo muelle de Algarrobo a Lima y California.
La fotografía del lavado de oro no corresponde específicamente a
la zona, pero sirve para ilustrar lo que fueron los últimos lavaderos de oro en
Chile.
La información ha sido extraída de Internet wikipendia.
Patricio Gómez Bahamonde