domingo, 5 de enero de 2014

HISTORIA DEL CAMINO “LAS DICHAS”

El camino “Las Dichas” que une las Comunas de Algarrobo y Casablanca, hoy camino F-840, lleva se nombre por ubicarse allí el pueblito agrícola “Las Dichas” en donde en tiempos pasado hubo lavaderos de oro. Las aguas del estero Casablanca debajo de ellas se llaman Curaumilla, nombre de origen mapuche. Durante la dominación inca, la zona alta del valle del estero de Casablanca fue denominada Acuyo, traducción quechua del nombre mapudungun (idioma de los mapuches) es “Curauma”. Tras pasar los lavaderos de oro del estero Las Dichas se le agregó el sufijo Milla (oro en mapudungun), quedando así  en Curaumilla.
La palabra “Dicha” viene del mapudungún “dichón” que significa “dar estocada”, nombre de varias yerbas de la familia de las nictigináceas, que engloba alrededor de 350 especies repartidas en 38 géneros (se caracterizan por tener unas hojas de bordes lisos opuestas a los tallos y las flores no tienen pétalos) y que poblaban el sector.
La zona “Las Dichas”  y toda la Región del Litoral Central y valles de la Codillera de la Costa, ha sido habitada por los hombres desde la última glaciación (aproximadamente 11 mil años antes de Cristo). Durante la glaciación, el nivel del mar estaba casi 100 metros abajo del actual nivel y que muchas de las ocupaciones costeras fueron tapadas por el océano después de la subida de las aguas causada por el derretimiento de los glaciares.
Desde allí grupos de  cazadores-recolectores pertenecientes al periodo Arcaico de América se asentaron en los valles de la región.  Del periodo posterior, llamado “agroalfarero temprano”, se han encontrado vestigios, siendo continuada la ocupación por las culturas “Bato” y “Llolleo”. En el siglo XV se hace presente la vida y cultura Inca y ésta establece en Talagante un “mitimae” gobernado por el príncipe Tala Cante Llave. A poco de haber entrado los incas, los siguen los españoles, a quienes los locales llaman we ingka (nuevo inca en mapudum).  Los mapuches que vivían en esta zona eran llamados picones pikun o pico (Norte en mapudungun) y vivían en e Pikunmapu. Los incas los llamaron Promaucas.

Los lavaderos de oro situados en el sector de la región habrían sido usados por los Promaucas bajo influencia inca y reutilizado por los españoles hasta el periodo republicano. En ellos se usó mercurio para separar el oro lo que provocó problemas de contaminación en el estero Las Dichas y en el humedal de Tunquén desde tiempos inmemoriales. Cuando se agotaron los sedimentos se utilizaron dragas pero finalmente no fue rentable seguir explotando esos yacimientos.
El trazado del camino por Las Dichas no obedecía únicamente al propósito de hacerlo pasar por los lavaderos de oro allí existentes, sino también al de tener cómodo acceso a las termas Porvenir, situadas un poco más abajo, en el mismo valle, pues es sabido que los incas tenían por ellas la misma afición que los romanos.
Como podrán comprender, cada vez que recorramos el camino Las Dichas, debemos recordar que allí hay toda una gran historia encerrada en el tiempo.
En esa zona que, partía cruzando la laguna Los Patitos, se encontraba la Hacienda San Jerónimo, nombre que correspondía a los primeros dueños del siglo XVI  Jerónimo Hurtado de Mendoza y Jerónimo de Reinoso, que fue cambiando de propietarios hasta los tiempos de la República a manos de la familia del Presidente Balmaceda, quedando finalmente de propiedad de don Toribio Larraín Gandarillas, en el año 1923, manteniéndose en manos de sus posteriores generaciones hasta el día de hoy.

Fue zona dedicada a la agricultura de trigo y cereales que eran embarcados desde el antiguo muelle de Algarrobo a Lima y California.
La fotografía del lavado de oro no corresponde específicamente a la zona, pero sirve para ilustrar lo que fueron los últimos lavaderos de oro en Chile.
La información ha sido extraída de Internet wikipendia.

Patricio Gómez Bahamonde
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