Borde Costero II
(una visión socio-económica)
¿Por que he insistido majaderamente en lo del borde
costero?. Muy simple, porque el verdadero y quizá único activo explotable con reales e importantes beneficios económicos y sociales
para la comunidad algarrobina, es nuestro litoral.
Favorecido por la naturaleza Algarrobo cuenta con varios kilómetros de
playas, bahías y roqueríos de gran belleza y armonía, hasta ahora bastante mal
administrados, los que constituyen su real valor intrínseco y ventaja comparativa
por
explotar. Siendo este un recurso escaso en gran parte de la
costa central y en especial en nuestra comuna, es un imperativo para las
autoridades e instituciones dedicar los esfuerzos para extraer de nuestro borde
costero el mayor retorno económico posible en favor de la población, para lo
cual se requiere de una vez por todas de un exhaustivo análisis preliminar seguido
de una consistente planificación urbanística y todo como parte integrante de un
necesario macro plan de desarrollo integral para Algarrobo.
Este análisis previo, casi catarsis, que debe ser muy amplio y profundo,
tiene múltiples aristas y debe comenzar considerando la historia de Algarrobo,
su cultura, su pueblo, sus tradiciones y su naturaleza, para terminar con la proyección
de un Algarrobo moderno, amigable, sustentable, limpio, acogedor, funcional,
armónico y por sobre todo rentable, para beneficio final de sus residentes permanentes.
En todo el planeta y en nuestro país las ciudades balnearios buscan explotar
sustentable, exhaustiva y eficientemente sus bellezas
naturales (ver ejemplos publicados en este Blog bajo el título “Sana Envidia”) como
foco para desarrollar el negocio del turismo destinando
sectores más alejados para albergar a la población establecida, la que sin
embargo posee la prioridad y el derecho irrenunciable de participar en mayor
proporción de los ingresos generados a partir de la explotación de este valioso
activo.
Entiendo a quienes hubiesen deseado que Algarrobo se hubiera mantenido en
el tiempo como un “Macondo” pero esto ya no es posible, a 100 Km. de Santiago y
poco más de una hora de viaje. Sólo nos queda aceptar esta realidad para manejarla
inteligente y responsablemente en provecho de todos los algarrobinos.
Prácticamente toda la actividad de Algarrobo depende de unos
pocos kilómetros de borde costero, capital social que claramente ha
sido sub
explotado, con el agravante de haberse lesionado por largo tiempo los bolsillos
de los algarrobinos al impedírseles acceder a los potenciales beneficios económicos
y sociales que podrían derivar de una gestión eficiente.
Es esta sin ninguna duda una deuda histórica por saldar,
especialmente con nuestros Nacidos y Criados, cuyos ingresos en su mayor
proporción provienen directa o indirectamente del turismo y quienes por suerte aún
no han reparado colectivamente de esta subyacente injusticia social.
A partir de esta premisa básica pienso que hay mucho “paño
que cortar”, sólo se necesita humildad, decisión y empuje.
Alejandro Santis Torrent