miércoles, 4 de diciembre de 2013

Las Algas

Dediqué unas cuatro horas a estudiar en Internet el tema. A continuación comparto con ustedes lo más interesante que conseguí sacar en limpio:

El problema de las algas no es exclusivo de nuestro querido Algarrobo, de hecho es un tema que ha cobrado gran importancia en lugares como el mar Adriático, Florida, Nueva Zelandia y Galicia. En la región francesa de Bretaña se ha convertido en un asunto de capital importancia pues la península está casi al borde de sumergirse en marea verde, hay allí varazones colosales de Ulva lactuca o lechuga de mar de proporciones tan descomunales, que liquidan playas enteras (que son declaradas no aptas para el baño o incluso el paseo), generando costos de retiros inabordables para los municipios. No solo el turismo se ha visto afectado gravemente sino que se está ya frente a un escándalo ecológico y de salud pública de grandes dimensiones, pues una vez que el mar ha depositado las algas en la playa, el grosor de la materia en putrefacción es tal que desprende gases como metano y sulfuro de hidrógeno, capaces de matar perros, caballos y hasta humanos, por asfixia, por edema pulmonar o por complicaciones asociadas.

Como el océano es un sistema complejo hay otras implicancias como la desaparición de la vida acuática (mariscos, peces e invertebrados) o el enriquecimiento del fondo arenoso con materia orgánica (que genera la “mayonesa negra” apreciable hoy en las obras de la pescadería).

Sin embargo podemos sentirnos afortunados pues la magnitud del daño en nuestra bahía es todavía puntual y estacional. Por esto estamos creo yo a tiempo para reaccionar y controlar las poblaciones de este desagradable pensionista.

Se ha postulado que el origen del boom está dado por el incremento de temperatura de las aguas y las descargas domiciliarias de todos nosotros que desembocan irremediablemente en el mar. Así entonces las altas concentraciones de nitrato y fósforo hacen las delicias de las lechugas de mar, que lo invaden todo.

Los franceses que están luchando desde el 2002 han logrado disminuir un 14% el nitrógeno disuelto, pero la naturaleza del océano y sus dinámicas conspiran en que aún no se consigan resultados visuales. En Nueva Zelandia existe un proyecto que remueve o “cosecha” las algas desde la superficie del agua en toda la extensión de la marea verde y han observado que cosecha tras cosecha la cantidad recogida iría disminuyendo durante la temporada, pero más importante todavía es que están evitando la varazón de algas y la consiguiente pérdida de arena que genera su retiro desde la playa.  6 “cortes” por temporada significan unos USD 100.000.

Ojalá podamos abordar el tema como comunidad para volver a tener un mar tranquilo (y limpio) bañándonos.

Roberto Carrancá
Vecino



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