Leyendo un periódico del litoral central he tenido la
reconfortante experiencia de informarme de un nuevo viaje del Concejal M.
Catalán. Este ha sido bastante más ajustado a la realidad de nuestra
comuna, sin duda más económico y francamente más provechoso. El
Concejal se embarcó en el bote de un pescador y se adentró algunos metros más
allá del borde costero de Algarrobo, donde pudo identificar - casi
al alcance de la mano - los elementos que flotan en torno a la salida del
emisario de Esval y que no detallo por respeto a las personas de estómago
sensible.
Creo que es una valiosa
iniciativa la del Concejal el liderar una acción ampliamente
anhelada por los vecinos. Ha denunciado a una empresa que –en lo técnico- ha
sabido demostrar su ineficiencia contaminando, además de Algarrobo, otras
playas del litoral como Zapallar y El Quisco que han salido a la luz pública y
que - en lo cotidiano - ha sabido confirmar su falta de escrúpulos al cobrar
altas tarifas por servicios que probadamente no realiza.
Sobreponiéndose al ridículo, la
empresa Esval ha respondido por la prensa a los reclamos sobre estos reiterados
descalabros, mediante un comunicado de su “Encargado de Medios” quien
recomienda no echar pelos, ni toallas de papel,… etc., a los inodoros…..
Esperamos que una acción de esta
naturaleza, referida a una empresa que atropella con tanta insolencia a un
vasto sector de la provincia, cuente también con la asistencia de los
parlamentarios de la “quinta costa”, ya que se trata de un tema de su clara
incumbencia.
Me parece que acciones como la
emprendida por el Concejal M. Catalán permiten recuperar la necesaria confianza
en las autoridades comunales.
j joaquín berríos r