MAS DE 300 PERSONAS EXIGIERON PROTECCION
PARA EL HUMEDAL
La Semana Santa marcó un hito en la
organización comunitaria de los vecinos de Tunquén quienes, con apoyo de
familias provenientes de Mirasol, Algarrobo y Casablanca, recorrieron la playa
y el humedal recolectando basura, junto con recibir información respecto
a las amenazas a ese entorno ecológico. Por una parte, el MOP planea un
puente sobre el humedal y por otra, dos proyectos inmobiliarios, a través de la
extracción de aguas subterráneas y la contaminación de las napas alimentadas
por el humedal, anuncian el fin de ese ecosistema.
Doce jóvenes universitarios actuaron como
monitores, explicando la importancia del humedal a quienes participaban
de la jornada de limpieza. Para ello, fueron capacitados por el biólogo
Salvador Donghi, asesor de Tunquén Sustentable, organización que apoyó a la
Junta de Vecinos de esa comunidad costera en la convocatoria a la XVI
versión de la minga de recolección de basura que dejan turistas y
campistas durante el verano.
-“El humedal –dijo el biólogo Salvador
Donghi- es una fábrica natural de agua dulce. Su vegetación filtra agua de
lluvia y desaliniza agua de mar para trasladarla como reserva a las napas
subterráneas. Protegerlo es cuidar no sólo de la comunidad de Tunquén,
sino de los pequeños y medianos agricultores de la costa central y aún de la
industria vitivinícola del valle de Casablanca, que sería afectada si este
ecosistema se extingue”.
Al término de la jornada, los asistentes
se reunieron para escuchar a diversos representantes de la comunidad, quienes
expusieron su voluntad de organizarse para la defensa de los recursos
naturales de su entorno, donde hoy se sitúa uno de los 4 humedales aún no
dañados por la intervención humana, entre los 10 que existen en la costa
central.
-“Como vecinos y como ciudadanos –dijo Sergio
Lagos, integrante de Tunquén Sustentable- tenemos la obligación de organizarnos
y representar a las autoridades los graves errores que derivan de una
legislación sobre el uso y propiedad del agua que permite, por ejemplo, que
desde el condominio Santa Augusta de Quintay, se extraigan 60 litros de agua
por segundo desde napas subterráneas que nutren el humedal. O que el proyecto
Arenas Tunquén intente instalar en las dunas aledañas un proyecto habitacional,
las descargas de cuyas aguas servidas, inevitablemente contaminarán las napas
acuíferas.”
SANTUARIO DE LA NATURALEZA
Consuelo López, vocera de Tunquén
sustentable y parte de la familia propietaria de la mayor parte del terreno de
Tunquén, incluido el humedal, señaló a los presentes:
-“Como familia, decidimos donar al Estado
107 hectáreas, que incluyen el humedal y terrenos aledaños, para
constituir un santuario de la naturaleza protegido por la legislación
ambiental. Entendemos que los primeros habitantes y verdaderos dueños del humedal
no somos nosotros, ni los turistas, ni la inmobiliarias, ni los grandes
proyectos que planifican el progreso sin evaluar el costo ambiental que
imponen. Los verdaderos dueños del humedal son los animales y las plantas,
únicos e irrepetibles porque sólo viven aquí y existirán mientras el humedal
esté vivo. Cuidarlo es necesario para protegernos a nosotros
mismos, los seres humanos que vivimos en el litoral central, y a
nuestra calidad de vida”, concluyó la vocera.
Rebeca Araya Basualto
Periodista
7/ 148 00 62
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Claudia Morales Vásquez
Gestora Comunicacional
Municipalidad de Algarrobo
teléfono contacto: 2200139