Se entiende que toda crítica desde el teclado de una laptop es un asunto cargante. Sin embargo, también -y adjunta a la crítica- pueden entregarse algunos conceptos que sirvan para entender el conflicto de la basura con el mantenimiento y con la gente. No se puede poner un tambor de 200 litros (0.20 m3) para contener 10 m3 de basura. Los visitantes que llegan a esos lugares no son alemanes, ni holandeses, ni suecos. Tirarán la basura mucho más que ordenarla, como tampoco llevarán consigo bolsas para ponerla adentro antes de arrojarlas al montón de basura que se acumula alrededor del tambor (tal cual se ve en la foto).
La obligación de hacer bien el deshecho de las basuras que se cargan consigo NO es tarea de ninguna autoridad. La obligación parte por aquellos que la llevan, como también de aquel o aquellos que les cobran en el estacionamiento de acceso a la playa de Tunquén. Quien o quienes ganan dinero con los visitantes es o son los que deben obligadamente velar por el ordenamiento de las basuras que se acumulan allí.
Por lo tanto, será más barato para todos que se invierta en la "cultura obligada" que es la imposición de deberes mínimos a quienes quieren hacer uso de la playa y disfrutar de los beneficios de un lugar hermoso y limpio, en vez de simplemente poner un tambor en donde no cabe casi nada de toda la basura que allí se bota, parte de la cual (no embolsada) se desparramará por efecto del viento, más otra (embolsada o no) que será repartida por todas partes gracias los perros de las cercanías que tienen en la basura su otro centro de alimentación.
El o los encargados del estacionamiento son quienes deberán velar porque los visitantes tengan bolsas para botar sus basuras (o tendrán que proveérselas o vendérselas) y las coloquen donde corresponde. Así mismo, quienes profitan con el estacionamiento de los turistas deberán preocuparse del buen acopio de los deshechos dentro de un recipiente cerrado que tenga las dimensiones adecuadas y que a su vez se mantenga limpio y sea fácil de vaciar y mantener.
La tecnología de hoy permite a cualquiera (asignado a la tarea de supervisionar) usar un celular, tomar una foto y enviarla al Departamento de Ornato y Limpieza de la I. Municipalidad correspondiente, como una forma de controlar que las obligaciones se cumplan.
Juan Miguel Carvajal
Juan Miguel Carvajal