lunes, 4 de mayo de 2015

HALLAZGO DE CERÁMICAS INDÍGENAS MILENARIAS EN CARTAGENA





A mediados de abril de 2015 y mientras se georeferenciaban algunos puntos de lo que será el futuro Parque de la Naturaleza Humedal de Cartagena, el Conservador del Museo de Ciencias Naturales y Arqueología de San Antonio, que se encontraba junto a funcionarios de Medio Ambiente de la Municipalidad de Cartagena, reparo en varios trozos de cerámica en uno de los arenales cercanos al humedal del lugar y se percato que todos parecían ser partes de un mismo cacharro y para evitar su pérdida los colecto y los llevo al museo. Grande fue la sorpresa pues una vez en gabinete y con la soledad de la noche comenzó a tratar de unirlos dándose cuenta rápidamente que correspondían no a uno, sino a dos cacharros cerámicos de mediano tamaño, uno con un cuello sin orejas y con claros indicios de haber sido utilizado, probablemente para calentar agua y el otro de mayor tamaño con un curioso fondo redondeado, muy tiznado, con orejas y probablemente usado para cocinar moluscos y otros alimentos


Al recordar la importancia de este sitio arqueológico, hay que remontarse a 1996, cuando realice mi primera visita al conchal arqueológico descubierto en las dunas de Cartagena a solicitud del Gobernador de la época Sr. Fernando Barahoan, quien me as la posibilidad de visitar el lugar y hacer un primer informe, pues la Sociedad de Amantes de Cartagena también solicitaba lo mismo del museo, ya que un empresario que extraía arenas dunarias parecía haber interceptado un sitio arqueológico y había que conocer de que se trataba, determinándose que efectivamente había un gran conchal que estaba siendo dañado.

Por otro lado existían antecedentes desde 1898 con un trabajo de José Toribio Medina “Los conchales de Cartagena”, también con Aureliano Oyarzun en su obra de 1910 “Los kjoekkenmoeddinger o conchales de las costas de Melipilla I Casablanca” entre otras obras que hablaban de antiguos conchales indígenas en estas zonas cercanas al estero Cartagena, playas Blancas que debe su nombre a la gran cantidad de conchas acumuladas por los nativos en tiempos antiguos y otros.

Tanto el informe del Museo de 1996, como el del Consejo de Monumentos determinaron la efectividad de este sitio arqueológico y su asignación al Período Alfarero Temprano con el Complejo Cultural Llolleo (100 a.c. al 900 d.c.) y también con restos del Periodo Alfarero Tardío con la Cultura Aconcagua (900 al 1470 d.c.)

Es así que en septiembre de 1997 se firma un protocolo de acuerdo entre numerosas autoridades y la empresa minera que extraía arenas para detener el daño arqueológico, ya que existía una pertenencia minera y que debido a la extracción de dunas, se estaba transgrediendo otra ley, la de Monumentos Nacionales

Sin embargo en octubre de 2002, el Sr, Manuel Vargas jefe del Depto. Ambiental de Cartagena, mediante un informe que fue realizado en terreno en conjunto con el Museo de San Antonio, determinándose que el Protocolo de Acuerdo de la empresa minera para no volver a dañar el sitio arqueológico, se había incumplido y que se continuaba la extracción de arenas dunarias.



Por lo que a raíz de dichas inspecciones el Intendente de la época paralizo la explotación minera en el lugar, ya que la Sociedad de Amantes, el Museo de San Antonio y la Municipalidad de Cartagena, comenzaron una fuerte arremetida intentando parar el daño arqueológico y finalmente al volver a interceder diputados, la Gobernación Provincial de San Antonio, el Consejo de Monumentos Nacionales y es finalmente en febrero de 2003 que el Consejo de Defensa del Estado logra junto a la municipalidad detener definitivamente la extracción castigando a los infractores.

En todos los hallazgos anteriores y pese a que el arqueólogo Carlos Ocampo del Consejo de Monumentos Nacionales y el mismo Museo de San Antonio, había encontrado restos humanos pertenecientes a los nativos del lugar, nunca hasta ahora se habían localizado cacharros cerámicos enteros, por lo que aunque estos encontrados y rescatados en abril de 2015, son los primeros y nos permiten conocer un poco mejor a estas personas que habitaron del Complejo Llolleo en este lugar hace mas de 1.000 años antes de hoy.

José Luis Brito Montero
Profesor con mención en Medio Ambiente y Licenciado en Educación
Especialista en Fauna Silvestre / Conservacionista
Curador/ Conservador y  Director
Museo Municipal de Ciencias Naturales  y  Arqueología
Sitio interactivo de participación ciudadana con información de interés general al servicio de la Comunidad

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