Yates y Pingüinos
El debate de yates y pingüinos me deja algunos nubarrones
de dudas que me parece útil exponer:
-Que “la isla vuelva a ser isla” solo generará más
destrucción, en estos 35 años la fauna ha ido adaptándose lentamente a un nuevo
habitat, generación tras generación gracias a la evolución natural (lograr
desentrañar estos mecanismos es equivalente a encontrar la piedra filosofal).
La titánica tarea de retirar el piedraplén no resolverá el problema zoológico
pues el delicado equilibrio que se ha establecido se volverá a romper.
-No encuentro una linda señal esto de perseguir a los
cofrades, Algarrobo es una heterogénea comunidad que siempre ha sido inclusiva,
todos cabemos en ella, ricos, pobres, turistas, avecindados, nativos, jóvenes y
viejos conviviendo en armonía. Segregar a un grupo nos restará riqueza cultural
e identidad. Expulsar a los yatistas conllevará pérdida de plusvalía, barrios
desiertos, casas vendidas o convertidas en “hospedajes” u ocupadas ilegalmente
pues las familias veleras ya no llegarán cada fin de semana navegar y gozar de
la playa.
No estoy de acuerdo con la matanza ni el maltrato de
animales que ha ocurrido en el ex islote. Se debe perseguir a los causantes y
mitigar el daño. Los pingüinos son una especie que cuenta con la simpatía de
los humanos, asi como delfines y ballenas, pero debemos cuidar nuestro entorno
completo sin excluir nada. "La
humanidad sólo tendrá porvenir en la medida que toda la Creación tenga porvenir"
(Stutzin).
Roberto Carrancá
Vecino