He recibido a mi casilla diversos comentarios favorables de apoyo sobre
mi decisión de iniciar -en forma pública- un proceso de evaluación personal
sobre la gestión de las nuevas autoridades municipales de modo que, por un
lado, la ciudadanía mantenga interés sobre lo que acontece en nuestra Comuna y
tenga una opinión informada, sea positiva o negativa, como a la vez, hacer
llegar a nuestras autoridades el pensamiento y visión de un sector de vecinos
que ven con preocupación lo que acontece -luego de medio año de haber asumido
ellas sus cargos- y no ver aún un liderazgo efectivo que sea el director
creativo y central que se necesita para definir las metas y estrategias
necesarias para reposicionar a la Comuna y al exclusivo Balneario de Algarrobo
a la excepcional categoría que fue en el pasado mediante.
También, diversos vecinos se han acercado para que sugerirme que al no
existir por parte de las autoridades alguna precisión sobre lo que se proyecta
para el futuro, me ponga en contacto con los diferentes vecinos que en este
medio de comunicación -desde hace largo tiempo- han manifestado similares
inquietudes y converjamos en una acción coordinada para ir conformando una
plataforma de encuentro y estudios bajo nuestro interés de promover el
desarrollo y crecimiento de la Comuna como un aporte constructivo aprovechando
nuestras experiencias, vinculaciones, contactos a nivel empresarial y académico
universitario, y en algunos casos, nuestra formación profesional.
No se trata, como erróneamente el propio Alcalde y otros vecinos, han
calificado el resurgimiento de mis opiniones en este medio informativo
tildándome como parte de los “iluminado” de siempre, “con sus sabidas
críticas, su ánimo negativo de encontrar todo, absolutamente todo malo, con
planteamientos erróneos, poniendo sus títulos profesionales o su pasado
glorioso en otras latitudes por delante en
majaderas críticas”. ¿Existirá la posibilidad algún día de cambiar
en un sector de algarrobinos esa actitud tan excluyente y discriminatoria de
rechazar la preparación, experiencia y visión de futuro que pueden aportar los
vecinos que no son autóctonos o adoptados?
No sé cómo calificar esa actitud. No la comprendo. Es como sostener que
un enfermo algarrobino no puede ser atendido por un médico que no provenga
desde su origen y/o desempeño profesional médico en la Comuna. Lo mismo, para
evaluar técnicamente y/o ejecutar una obra de ingeniería, etc. Es como
encerrarse y aislarse del resto del país. ¿Por qué? ¿Qué existe en ese sector
de algarrobinos que los lleva a autoevaluarse como los únicos sabedores de todo
y los únicos que saben hacer bien todo lo que la Comuna necesita para el
presente, mediano y largo plazo? ¿No serán ellos los verdaderos “iluminados”?
Usted, vecino algarrobino, residente o no residente ¿qué opina?
Patricio Gómez B.
Vecino residente permanente de Algarrobo