El señor Gálvez, líder de los electores Algarrobo y a quien
la ciudanía le entregó su total confianza al elegirlo por amplia mayoría, ha
explicado en este medio de comunicación la fundamentación del elevado gasto
municipal que se ha visto obligado efectuar para enviar a Europa a unos mini
cursillos de gestión municipal a cinco concejales y un jefe de Departamento.
La publicación -de gran extensión- al abordar una
multiplicidad de temas que preocupan a los lectores de Aquialgarrobo, debemos
agradecerla no solo por lo informativa que es, sino también, por el respeto con
que trata a quienes lo interpelan. Es un cambio positivo y esperanzador en
relación a la anterior alcaldía, como asimismo, es positiva su actitud de estar
muy atento y sensible a todo lo que sucede en la Comuna y a tratar de resolver
personalmente los múltiples requerimientos del quehacer cotidiano con
prontitud y en la medida de lo posible dentro del corto plazo.
En esta oportunidad me limitaré a comentar el primer
párrafo del comunicado del señor Gálvez, que dice: “Para ser Alcalde de la
Comuna de Algarrobo se necesitan dos y media personas, una y media con
dedicación exclusiva para todas las funciones, labores y actividades que
demanda el cargo, porque siempre falta tiempo para hacer todo, y un
Alcalde especial para leer, analizar y responder todas las opiniones,
aseveraciones y críticas que se hacen en Aquialgarrobo”.
Resulta difícil comprender lo que señala el señor Gálvez
en el sentido de que para dirigir una Alcaldía -tan pequeña como la
de Algarrobo- que tiene una población de tan solo 13.500 personas y que
gracias a los aportes fiscales más los recursos que percibe directamente está
totalmente financiada, libre de deudas y además con acceso a financiamientos
del Gobierno Regional y Nacional para proyectos, “se necesitan dos y
media personas”.
Lo anterior creo que es producto de su peculiar forma de
dirigir el municipio con un estilo orientado en el asistencialismo y como
en una pequeña comunidad en que todos son amigos, compadres y/o familiares. No
hay gestión profesionalizada de cómo se dirige y administra con eficiencia una
empresa o corporación, y el Municipio, es la empresa más importante de la
Comuna.
La Ley Municipal en su Artículo 30 contempla: - “Existirá
un administrador municipal en todas aquellas comunas donde lo decida el concejo
a proposición del alcalde. Para desempeñar este cargo se requerirá estar en
posesión de un título profesional. Será designado por el alcalde y podrá ser
removido por éste o por acuerdo de los dos tercios de los concejales en
ejercicio, sin perjuicio que rijan además a su respecto las causales de
cesación de funciones aplicables al personal municipal. El administrador
municipal será el colaborador directo del alcalde en las áreas de coordinación
y gestión permanente del municipio, y en la elaboración y seguimiento del plan
anual de acción municipal y ejercerá las atribuciones que señale el reglamento
municipal y las que le delegue el alcalde, siempre que estén vinculadas con la
naturaleza de su cargo”.
Como podrá concluirse, el alcalde Gálvez tiene autorizado
una persona para lo que dice necesitar. Curioso, pues cuando él asumió la
Alcaldía, ese cargo de Administrador Público estaba ocupado por la
funcionaria Verónica Lantadilla, profesional con el titulo de
Administrador Público. Pero en su primera sesión del Concejo, del 10 de
Diciembre pasado (Sesión Nº 32/2012) comunicó que prescindía de esa
funcionaria ya que con la incorporación de su propio equipo y el apoyo de
las diferentes Departamentos, jefaturas y profesionales, no era necesario
llenar el cargo de Administrador Municipal.
Sin entrar ahora al tema del viaje a Europa que trataré
en otro artículo, ratifico lo que declaré ya hace un mes sobre lo insólito de
este gasto innecesario. Por tanto, comparto en un cien por ciento la
declaración del ex concejal Hipólito Aravena de ser algo injustificable. Lo
felicito y hago público mi reconocimiento a su permanente acción fiscalizadora
que le ha significado, entre otras acciones persecutorias, una demanda del
anterior alcalde señor Pizarro por indemnización al Municipio por una suma
cercana a TRESCIENTOS MILLONES DE PESOS. Curiosamente fue presentado en los
momentos en que el señor Aravena inscribía su candidatura a concejal y usada,
entre otras, para impedirle su postulación. El actual alcalde señor
Gálvez ha ratificado de hecho esa demanda al mantenerla vigente en los
tribunales, sin haberse desistido de ese juicio ¿Porqué?
Patricio Gómez Bahamonde
Ingeniero Comercial PUCV/UAI
decover2@gmail,com