sábado, 8 de febrero de 2014

A RAÍZ DEL DIÁLOGO DE SORDOS . ALGUIEN TIENE QUE OÍR

En los ámbitos de confrontación de las percepciones, evaluaciones y visiones de futuro del quehacer comunal tenemos hoy -en este sitio informativo “AQUIALGARROBO- dos posiciones muy alejadas, lo que no ayuda al objetivo final y del bien común que todos anhelamos.
Por un lado tenemos una autoridad central que gobierna a su mejor estilo y capacidad con pleno poderes como la máxima autoridad comunal, siendo secundada por un Concejo Municipal fiscalizador que le respalda plenamente, conformando así, un solo equipo bajo una visión que -en mi opinión y de otros vecinos- es de corto plazo,  prioriza la inmediatez sobre todo afán de futuro, y trabaja con mucha dedicación pero bajo una actitud eternizada de un asistencialismo que ahoga el desarrollo. Pero no es todo culpa de ellos, sino de la vecindad que los eligió por amplia mayoría. Ciertamente ninguno de ellos fue designado para ser candidato por lo que comúnmente se dice “por las bases”, sino que cada uno decidió ser candidato por sí y ello no tiene nada de malo. La ausencia de candidatos con diferentes características ha sido un mal endémico en Algarrobo. El problema radica en que la formación, capacidad, habilidades, experiencias y vinculaciones de ellos no son las más indicadas para hacer frente al inmenso desafío de levantar a un Algarrobo estancado, muy lejos del nivel desarrollo que debiese tener como ciudad-balneario con innumerables grandes ventajas sobre el resto del litoral central.
    Esto provoca una lógica reacción de aquellos que quieren para la Comuna un futuro mejor con una visión diferente que nace del conocimiento, vivencias y experiencias de otras Comunas que han tenido un sostenido desarrollo bajo una estrategia central de emprendimiento y audacia manejada con equipo y criterio profesional.
Tenemos, por tanto, la sumatoria de un numeroso grupo de vecinos algarrobinos (residentes permanentes, propietarios de la segunda vivienda y también personas nacidas y formadas acá) que ya no quieren seguir postergando cada cuatro años el despegue de la Comuna con las promesas incumplidas de los mismos de siempre.  No dudo, que no somos mayoría, pero somos ciudadanos que merecemos el respeto de nuestras ideas y proyectos, y que seamos oídos por quienes nos gobiernan, Al ser elegidos, no se deben solo a sus electores sino a todos los ciudadanos. Eso es la democracia.
Es un hecho lamentable, pues la gran mayoría de esa visión crítica y disidente está conformada por profesionales universitarios y personas que provienen del mundo empresarial, lo que algo de preparación, experiencia y capacidad poseen y quieren aportar, con lo que es difícil comprender la marginación o exclusión que reciben por no representar a la mayoría. La verdad no es una sola, es la sumatoria de muchas visiones, ideas, anhelos, vivencias y experiencias. Nadie debiese sobrar en Algarrobo, ni menos ser marginado por sus ideas y/u origen.
Concuerdo plenamente con lo que ha vuelto a escribir don Alejandro Santis bajo el titulo “Dialogo de sordos”.  Creo que conviven sin armonía dos grupos que, por su origen y en algunos casos por su nivel de educación, sociabilidad y ser profesionales, no logran entenderse, lo que deber asumido por la máxima autoridad comunal con una apertura, pues es el Alcalde todos. Esta situación, me ha hecho recordar un pensamiento que tiempo atrás citó el columnista del diario El mercurio, Carlos Peña (abogado y Rector de la U. Diego portales) que se aplica muy bien al gobierno comunal de Algarrobo. Me refiero a lo que afirmaba el filósofo español Ortega y Gasset cuando decía que un país no era un grupo de personas que tenía un pasado común, sino un puñado de seres que tenía un futuro común.

Patricio Gómez Bahamonde
Sitio interactivo de participación ciudadana con información de interés general al servicio de la Comunidad

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