Con bastante frecuencia leemos comentarios sobre
variados temas de la realidad de nuestro Algarrobo. Son tan interesantes y
documentadas las opiniones que se exponen que permiten ir formándose una
fidedigna imagen de la realidad algarrobina.
Sin embargo, son muchas las
oportunidades en que la descripción de las diversas situaciones que se plantean
dejan un sentimiento de angustia que se transforma en impotencia al ver que las
muy fundamentadas exposiciones se estrellan contra un muro de indiferencia y
por que no decirlo, de desprecio por parte de los encargados de gobernar la
Comuna.
Vemos permanentemente cómo fuertes
intereses - sobre todo inmobiliarios, que amparados en una sorprendente
tolerancia de las autoridades locales, que más parece compromiso que
negligencia - avanzan en la depredación de nuestro litoral sin dar un
paso mas allá de lo que les resulte claramente rentable.
Así hemos visto la construcción ya
terminada o aún en desarrollo de cientos de departamentos y viviendas
autorizadas sin respeto por la conectividad vial, aún a riesgo de agravar
previsibles emergencias.
Hemos visto los cambios en las
corrientes marinas y playas y la muerte de aves autóctonas producto del interés
de unos pocos que se benefician de la brutal intervención de la Cofradía
Náutica.
Vemos cómo el emisario de Esval
desemboca – con macabra precisión - en el Área de Manejo Protegido de la
bahía de Algarrobo, con la correspondiente contaminación (aún sin agregarse el
alcantarillado de Algarrobo Norte) y desprecio absoluto de la pesca artesanal
y, consecuentemente del público consumidor.
Sin embargo, como vimos en la
transcripción de la deplorable sesión de consejo comunal en que se trató el
paseo a Europa, los concejales malgastaron fondos públicos viajando a conocer
problemas bastante más simples que los que tienen frente a sus propias narices.
Todo hace pensar que este drama se irá
acrecentando y serán cada vez más los algarrobinos descontentos con el futuro
que augura el proceder los funcionarios de turno encargados de gobernar
la comuna.
Creo que sería oportuno dimensionar el
número de los que opinamos que se debe discutir el rumbo de las acciones que
están tomando u omitiendo las autoridades locales. ¿No será el momento de
organizar un “RescateAlgarrobo”…?
-
J Joaquín Berríos R