lunes, 17 de marzo de 2014

YO TAMBIEN

Doy gracias al vecino Patricio Gómez por sus últimos artículos que nos motivan a abrir nuestros ojos y ver una realidad que está tapada con fiestas, celebraciones, donativos, cambio de iluminarias quemadas, entrega de tres maquinitas a modestos mini agricultores por parte de Indap, inauguración de un semáforo pagado con fondos del ministerio de transporte, poda de árboles, entrega de medallas y flores del señor alcalde todos los días, inspección de las obras de alcantarillado financiada con fondos del gobierno regional y gestados hace mucho tiempo, colocación de la primera piedra del Centro de Salud también a financiar con fondos regionales y aprobada mucho antes, en fin, hay un despliegue comunicacional y escénico de una obra de teatro que busca olvidar lo principal, el desarrollo de la Comuna.

Una concuñada está desesperada por lo que le sucederá a su casa ubicada en Mirasol en donde de la noche a la mañana sin ninguna gestión de la Municipalidad e información a los vecinos afectados, se está iniciando la construcción de un nuevo San Alfonso de cuatro edificios de 14 pisos de altura que cierra definitivamente el acceso a la playa, tapa la vista de los vecinos y colapsará las calles con los autos de las visitas ya que en todos estos proyectos no se dejan espacio para estacionamientos del segundo auto y de las infaltables visitas. Recuerdo que tiempo atrás este proyecto fue paralizado y abandonado por incluir el uso de calles y espacios de áreas verdes entregado a bienes nacionales y que estaban trazados en el loteo por la denuncia de vecinos apoyados por un concejal de apellido Aravena ¿Qué pasó con eso?  ¿Se olvidó? ¿Se regularizó? ¿Se omitió? Afortunadamente mi esposo ya ha vendido y arrendado año corrido  en otro sector. Pero, mi concuñada quedó ahora clavada, encerrada o enterrada.

El artículo del arquitecto Gray es asombrosamente aplicable a Algarrobo con algunas palabras de mi propia cosecha:
      1.       Hoy en Mirasol están sufriendo su triste final las casas de descanso de un sector de Algarrobo de segunda vivienda de descanso, orgullosas de su paisaje, tranquilidad, de sus árboles y jardines, de su civilidad cultural. Los especuladores salivan ante el proyecto de cuatro  grandes torres de departamentos en su primera etapa porque no se sabe lo que viene después. San Alfonso partió con una torre, al igual que Laguna Vista.
      2.      Los vecinos saben que no hay dinero que pueda reemplazar una casa de esa ubicación y precioso entorno con grandes recuerdos cargados de amor por generaciones enamorados del Algarrobo que hoy nos han arrebatado o tomado.
      3.      Los vecinos saben que el Plan Regulador de Algarrobo  se modificará en unos años más en un proceso largo y que los especuladores corren contra el tiempo aprovechando la mano blanda de las autoridades y falta de rigurosidad para hacer cumplir el Plan actual y de todo lo que aprobó cuando se anexó Algarrobo norte con la seccional Costa Dorada, que debiese llamarse Costa Abandonada al laissez faire de las inmobiliarias.
      4.      Esta manera inescrupulosa de hacer las cosas, que se arrastra por tantos años, da un horrible nombre al negocio inmobiliario en Algarrobo.    
      5.       Los agentes inmobiliarios  se ufanan de ser uno de los motores de la economía y del crecimiento de Algarrobo, pero nada hace en cuanto al comportamiento ético de sus negocios, de su responsabilidad con los barrios y comunidades donde se materializan los negocios del rubro, ni de su visión de la ciudad armónica, de cómo relacionarse con la ciudadanía, cómo aportar de verdad a la convivencia y el bienestar.
      6.      Hoy, que se ha puesto de moda la Responsabilidad Social Empresarial, somos muchos los que apelamos a las inmobiliarias, para que asuman una postura decidida y ejemplar en cuanto a su responsabilidad con los barrios de la ciudad. Es una pregunta ética fundamental para nuestro desarrollo urbano de Algarrobo, y que no puede seguir siendo esquivada por una parte del empresariado bajo el penoso pretexto de que “la ley lo permite” con la complacencia de nuestras autoridades.

Nuestro grupo familiar no pagará los permisos de circulación en donde los fondos se desvían a otros fines de beneficio para los mismos de siempre y que no toman acción alguna para proteger el medio ambiente de la voracidad de las inmobiliarias que hacen y deshacen a su antojo con el futuro de Algarrobo. No recuerdo bien los apellidos de los dos concejales que según leí tiempo atrás en una sesión de Concejo parecían ser  parte de las inmobiliarias, pero si recuerdo que eran los mismos que defendían a una inmobiliaria que quiso quedarse gratuitamente con la mitad del Parque el Canelo. ¡Qué vergüenza! Y seguramente, también fueron a pasear a Europa con dinero de todos y de las patentes.


Gloria Valenzuela A.
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