Qué duda cabe que la educación, es el único puente de superación de los niveles actuales de pobreza en el mundo, y por cierto en nuestra querida comuna de Algarrobo donde este flagelo no está ausente, por tanto, nuestro deber, obligación irrenunciable como sociedad algarrobina, es velar, promover, realizar todos los esfuerzos en beneficio de poder ofrecer a nuestros niños y jóvenes una educación que les permita desarrollarse mañana en su vida de adultos como seres de bien, que aporten a la sociedad, contribuyan hacer de ella una sociedad cada día mas inclusiva y justa en materia de oportunidades.
Por eso, coincidirán conmigo, que NO DA LO MISMO, no puede dar lo mismo, lo que ocurra al interior de nuestras aulas, de nuestros colegios, cada retroceso o estancamiento en los niveles de aprendizaje de nuestros niños especialmente en los primeros años (pre Kinder- 4° Básico), debe obligarnos a no hacernos los desentendidos con las luces de alarma que enciendan los resultados de pruebas de medición.
Contrario a lo que se propaga insistentemente en todo nivel, el Estado si provee de distintas herramientas a los municipios para hacer esfuerzos en beneficio de brindar una buena formación a nuestros niños y jóvenes, más aun si a ello se le suma que la mayoría de las municipalidades hace aportes directos cada año.
Al revisar los resultados de las últimas mediciones realizadas a nuestros colegios por el MINEDUC, hay situaciones que nos permiten asumir, en algunos casos, no todos, que se está en la dirección correcta; por ejemplo, destacar los resultados obtenidos junto con felicitar a toda su comunidad educativa, lo que ocurre en nuestra Escuela de El Yeco, donde en comprensión de lectura nuestros niños de 4° Básico incrementaron en 25 puntos su resultado comparado con el Simce anterior, y subieron 30 puntos en Ciencias Naturales, pero también no podemos hacernos los ciegos al analizar las estadísticas del MINEDUC que dan cuenta a su vez, que en matemáticas por ejemplo un 67% de los niños obtiene un nivel de aprendizaje insuficiente, en comprensión de lectura solo un 15% alcanza un nivel adecuado de aprendizaje.
Siempre en El Yeco, nuestros niños de 6° Básico retroceden 44 y 66 puntos respectivamente en comprensión de lectura y matemáticas en comparación a Simce anterior.
En nuestro Liceo Técnico Carlos Alessandri, los jóvenes de segundo medio, registran un incremento de 5 puntos en comprensión de lectura respecto de la anterior Simce, pero retroceden 3 en matemáticas.
En el Colegio Carlos Alessandri, nuestros niños de segundo básico registran un retroceso de 24 puntos en comparación a la Prueba Simce 2012, un 40% registra un nivel de aprendizaje insuficiente; en cuarto año básico niveles de aprendizaje insuficientes de 60% y 74% en algunas materias, sin dejar de destacar y reconocer el esfuerzo de la comunidad educativa en los niveles de 8° Básico que experimentaron un incremento, avance, de 10 y 13 puntos en matemáticas y ciencias naturales.
Era de mi interés compartir con Uds. esta nueva radiografía sacada por el MINEDUC a nuestros colegios, pero más que enjuiciar o destacar, los malos y buenos resultados estadísticamente hablando; para como entre todos pensar, reflexionar, como hacemos para que la educación en nuestra comuna sea un motor, un puente real de formación sobre la base de sólidos principios, y también dotada con niveles de calidad adecuados, y para eso todos cuentan.
No solo nuestros profesores, los padres deben ser los primeros llamados a reflexionar respecto de sus obligaciones, deberes frente a la formación y educación de sus hijos que contrario a lo que muchas veces se pretende endosar a nuestros docentes el 100%, parte al interior de los hogares.
Lo primero, gastar en forma eficiente, racional, cada peso destinado a la educación; hablando de eficiencia y eficacia, jamás, bajo ningún pretexto, nuestra comuna se puede dar el lujo de tener que devolver dineros que por distintas razones no se gastaron, jamás nuestra comuna tenga que estar pagando multas por cosas que no se hicieron.
Por último decir, que no podemos darnos el lujo de fallar a nuestros niños y jóvenes, de lo que nosotros hagamos hoy con eficiencia y debida conciencia, depende el futuro de ellos.
José Luis Yáñez Maldonado