Muy oportuno el
análisis estadísticos de los resultados de las elecciones presidenciales de don
Patricio Gómez. Las cifras hablan por sí sola, no necesitan explicación.
Santo Domingo,
Zapallar (ncluyendo Cachagua) y Algarrobo son un firme bastión de la derecha
política. Recorriendo Santo Domingo y Zapallar (lo que debiese hacer el alcalde
y los concejales en vez de gastarse 30 millones un paseo turístico a Europa) se
hace evidente la alta calidad de sus hermosas casas y jardines, condominios,
calles, plazas, áreas verdes, que sigue una misma línea con el barrio alto de
Santiago en donde también la derecha es mayoría absoluta y aplastante.
Sin embargo
recorriendo nuestro hundido Algarrobo que el alcalde se ha comprometido a
levantar en su tercera alcaldía, se observa un mundo diferente. Se nota la
escasez, la insuficiencia y una pobreza que no se puede esconder pintando las
calles, las bancas y desmalezando. En las cifras estadísticas del Congreso, se
puede ver que más del 70 por ciento de la población tiene ficha CASEN de
Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social que se ocupa de la
asistencia al sector de pobreza. Hay acá una incongruencia que enunció don
Boris Colja al referirse al Feudo y al Vasallajes. ¿Alguien de Algarrobo se
atreve a dar su opinión sobre esta extrañísima incoherencia? ¿Es tan alta la
felicidad y calidad de vida de los algarrobinos para sentirse ciudadanos de
derecha de la clase ABC1? ¿Por qué?
Es razonable que
Algarrobo sea apadrinada por los Municipios de Santo Domingo y Zapallar.
Podrían por ejemplo ayudarnos a un mini muelle público, una mini plaza de área
verde, a una mini cancha de golf, regalarnos palmeras y flores, y a elevar la
educación y capacitación de nuestros concejales para evitarles el sacrificio de
tener que ir a europa.
Verónica Carrasco