Comienzos
del Siglo XXI
La continuidad de las deficientes administraciones de fines
del siglo XX y comienzos del XXI conduce a que Algarrobo pierda definitivamente
el rumbo, su identidad y su proyección. La permisividad y el amiguismo de las
autoridades en todos los frentes, el favoritismo hacia grupos familiares
dominantes y personas cercanas, la incapacidad para controlar a las inmobiliarias
y la ineptitud para conducir a la comuna por un camino de desarrollo armónico y
sustentable recrudecen año a año llevándola hasta el gran despiste que hoy
presenta al ser arrastrada por un grupo reducido de politizados lugareños, que
turnándose sistemáticamente en el manejo de la comuna, han basado su desempeño
en un asistencialismo de poca monta orientado principalmente a
privilegiar sus propios intereses, económicos y políticos.
Pero al mismo tiempo y producto de distintos fenómenos
sociales un nuevo referente irrumpe en la cancina realidad algarrobina,
estos son los retirados de la vida activa, chilenos y extranjeros, que se
instalan a vivir en sus casas de veraneo o compran propiedades para ello
atraídos por una vida alejada del mundanal ruido, gratos recuerdos familiares
y por el atractivo paisaje de Algarrobo. Este grupo, denominado
" Los Iluminados" , con un natural mayor nivel de exigencia,
preparación y experiencia que el de "Los Lugareños", se percata de las
oportunidades que la comuna va dejando pasar y de los cuestionables manejos que
continúan retardando su despegue. Se comienzan a configurar entonces y a partir
de estas percepciones distintos, aislados y costosos esfuerzos de Los
Iluminados por participar en las decisiones, conseguir protagonismo y una
participación en el gobierno municipal, esfuerzos que son anulados
sistemáticamente por Los Lugareños que, bajo distintas estratagemas, han
logrado hasta la fecha mantenerlos neutralizados.
Como consecuencia y a partir de comienzos de este siglo se
instala una dura confrontación entre los astutos Lugareños y los indignados
Iluminados presente hasta nuestros días y cuyo final está por escribirse.
Enrique Araneda M.
(Próximo Capítulo: La realidad Actual)