La Gaviota de Franklin (Leucopaheus pipixcan) es una de las seis especies de gaviotas que habitan la costa chilena, sin embargo esta es considerar a una especie de ave marina migratoria, pues nidifican en el Hemisferio Norte y en la primavera del Hemisferio Austral, viajan a Sudamérica para pasar el verano austral entre nosotros. Demoran alrededor de un mes y medio y viajan casi 13 kilómetros, alimentándose de invertebrados marinos costeros y de moscas en los humedales costeros.
Cada año en primavera entre mediados de octubre y principios de noviembre, miles y miles d ejemplares de la gaviota de Franklin, llegan a nuestras costas y uno de los lugares elegidos por ellas para pasar el verano austral, alimentándose y descansando son la desembocadura del rio Aconcagua, Tunquen, el estero El Membrillo, la laguna Cartagena, el humedal El Yali entre otros, siendo unos de los más importantes lugares de su concentración la desembocadura del río Maipo.
En las últimas semanas, la prensa nacional estuvo algo inquieta debido a que esta especie que el año asado llego en grandes números a Chile central, por ejemplo al rio Maipo, llegaron a mediados de octubre unas 15 mil individuos y a los pocos días en noviembre, otras 37.000 mil, que solo se mantuvieron en el lugar unas horas y siguieron rumbo al sur del continente, llegando hasta Puerto Montt.
Esta vez la comunidad de ornitólogos chilenos, llego a preocupares pues las gaviotas estaban atrasadas y si bien a fines de noviembre ya habían llegado unos pocos ejemplares a Algarrobo, santo Domingo, Concon y Calbuco, las grandes bandadas esperadas nunca llegaron, desconociéndose porque esta año parecen haber llegado menos individuos, tal vez se quedaron enaguas ecuatorianas o peruanas porque había alimento quizás.
Pese a esta inquietud nacional, basto que llegaran al zona central y ya en la desembocadura del estero Cartagena y la playa Marbella en santo Domingo, cerca del rio Maipo, han sido encontradas dos ejemplares con una de sus alas destrozadas por el disparo de un rifle a poston de parte de cazadores desconocidos.
Es lamentable si consideramos que estas aves ha viajado miles de kilómetros para llegar a descansar, alimentarse y mudar su plumaje y algunas personas simplemente no las respetan, corriendo entre las bandadas, no dejándolas descansar, o corriendo durante el ejercicio matinal por la playa y pasando por el medio de ellas sin hacerles el quite, metiendo kitesurf, motos de agua a los humedales donde estas aves migratorias y otras buscan refugio, disparándoles con diferentes métodos, ingresando perros y personas que las persiguen , metiéndose ilegalmente con vehículos a las zonas de playa. Etc.
Esperamos que estos dos ejemplares de gaviotas que se encontraron con hombres o jóvenes malos, sean las únicas, pues ellas jamás volverán a volar, nunca podrán devolverse al Hemisferio Norte con sus compañeras y de hecho no volverán a reproducirse: Así recibimos en Chile al amigo cuando es forastero.
José Luis Brito Montero
Profesor con mención en Medio Ambiente y Licenciado en Educación
Especialista en Fauna Silvestre / Conservacionista
Curador/ Conservador y Director
Museo Municipal de Ciencias Naturales y Arqueología
de San Antonio
