Hoy 19 de diciembre como habitante de Mirasol (Algarrobo)
he caminado por las playas principales viendo la inmundicia de playas que
tenemos y la palabra es desazón. No se puede hacer nada, ya se hizo todo lo que
nunca se debió haber hecho, el muro de contención en el nuevo club de yates
"la cofradía" como lo llaman. A lo mejor los socios podrían hacer
algo por limpiarnos las playas, algas de pura contaminación, plásticos, etc.
Playas donde ya ni siquiera nos dan ganas de bañarnos. Que pena. Pero me
imagino que algunos tendrán sus bolsillos más contentos.
Permisos
que nunca debieron haberse dado, pero ya es tarde, tarde también para todos los
permisos de construcción que se han dado en una calle tan estrecha como la de
San José, sólo nos queda sentarnos a mirar como se deteriora todo, pero todo
legal y todo con permisos aprobados.
Carmen Gloria Costa